Hoy en día somos conscientes que el avance de la tecnología está ocurriendo a pasos de gigante, por eso, estar actualizado dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad. En el sector económico hay un término que se ha ido posicionando rápidamente y hoy queremos que te familiarices con él. ¡Seguramente te traerá múltiples beneficios!
¿Sabías que una persona pierde más de 4 horas al mes haciendo trámites financieros? Esto representaría unas 52 horas al año, según un estudio realizado por la firma VeriTran. Precisamente, de esto es de lo que nos salvaría el ecosistema fintech: de perder tiempo y dinero.
Las fintech son empresas de base tecnológica que ofrecen servicios financieros en canales 100% digitales, mediante soluciones innovadoras y con un enfoque centrado en las necesidades y preferencias del consumidor. Estas empresas conforman el ecosistema fintech, donde conviven un conjunto de iniciativas, a menudo concebidas como startups, que hacen un uso extensivo y disruptivo de la tecnología para ofrecer distintos servicios financieros que evitan la intermediación bancaria.
Dentro de los servicios, usted podrá encontrar: medios de pago y transferencias, asesorías y planeación financiera, crowfunding, préstamos para vivienda o diversos tipos de crédito, transacción de divisas, software financiero, insurtech, criptomonedas y neobancos.
Las características más importantes de las fintech son:
- Cuentan con estructuras flexibles y metodologías ágiles. Su enfoque está centrado en las necesidades y preferencias del consumidor.
- Se basan en un modelo desintermediado y esto favorece la inclusión financiera de segmentos de la población al democratizar el acceso a más servicios financieros.
- A través de una fintech, podrás realizar pagos o transferencias, solicitar crédito de vivienda, crédito hipotecario o leasing habitacional y acceder a cualquier servicio que el ecosistema fintech ofrezca. Todo, desde tu celular o computador.
Los nuevos jugadores en la industria, como son las fintech, llegan con diversas alternativas en todos los ámbitos de la actividad financiera. Los cambios que se han dado, debido a los patrones de consumo, han permitido hablar de un nuevo cliente digital, con unos rasgos y comportamientos diferenciados y que exige a sus proveedores de servicios mejor acceso, mayor personalización y más transparencia.